Moho de la hoja

30.10.2019

Fulvia fulva (Cooke) Ciferri Cladosporium fulvum Cooke.

Este hongo se convierte en una grave enfermedad siempre y cuando el cultivo de tomate, sea cultivado en condiciones de alta humedad por lo que es muy común observarlo en condiciones de invernadero. Los síntomas se observan sólo en las hojas (Figs. 4 y 5 ) apareciendo primero en las más viejas y progresivamente se va extendiendo a la parte superior de la planta. Al principio, se observan zonas amarillentas con márgenes indefinidos sobre la parte superior de la hoja.

 Simultáneamente, el patógeno comienza a esporular sobre el envés de la hoja en las zonas que estaban asociados con el amarillamiento. La esporulación del hongo es de un color verde oliva. Cuando el síntoma avanza, las hojas se tuercen y pueden caer en forma prematura. La defoliación paulatinamente progresa hacia la parte de arriba de la planta. Existen varias razas fisiológicas de este hongo. A su vez no se conoce el estado sexual. Este patógeno puede sobrevivir como saprófito en invernáculos o a nivel de campo en el suelo como esclerocios y/o conidios que pueden sobrevivir hasta un año en condiciones adversas. Nuevas generaciones de conidios se pueden desarrollar de los esclerocios. También las semillas pueden estar contaminadas y volverse una fuente de inóculo lo que las convierte en un importante vehículo para la distribución del hongo. La germinación de las esporas se puede dar en 4 horas siempre que las condiciones ambientales sean las apropiadas. La germinación se produce en agua con niveles de humedad cercanos al 85% y con temperatura óptima de 25 C. Los síntomas, aparecen aproximadamente a los 10 días después de la inoculación cuando la colonización de la hoja a través del micelio intercelular está muy avanzada. Entre los 10 y 14 días después de la inoculación los conidióforos crecen a través de la apertura de los estomas y se producen muchos conidios cuando la humedad está en torno de 78 y 92%. A 58% de humedad relativa se producen pocos conidios. Los conidios son fácilmente desplazados de las hojas cuando las plantas se mueven durante prácticas de manejo tales como el desbrote, cosecha y las aplicaciones de hormonas. También el viento y la ropa de los trabajadores ayudan a dispersar los conidios de este hongo. En los invernáculos de la zona de Salto paulatinamente cada año se están registrando ataques cada vez más intensos de esta enfermedad existiendo algunos problemas para su control sobre todo cuando hay mucha humedad dentro del invernadero o la planta está conducida en forma inadecuada. Este hongo tiene gran variabilidad genética lo que hace rápidamente susceptible a cultivares que tienen cierto grado de resistencia.

Control. Es importante eliminar los restos de tomate del año anterior. Se debe utilizar semilla libre de la enfermedad. Es importante minimizar los períodos largos de humedad sobre las hojas tratando en lo posible que haya circulación de aire dentro del invernáculo. El desbrote en el momento oportuno ayuda a controlar mejor esta enfermedad. Fungicidas como el pyraclostrobin, pyraclostrobin + boscalid, flutriafol, en experimentos realizados en INIA Salto Grande han dado un buen control de la enfermedad.

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